Pensamiento Creativo: Definición, Características y Ejemplos

La definición del pensamiento creativo se resume como la capacidad pensar en forma rompedora y original, un proceso de raciocinio que implica salirse de los parámetros establecidos a fin de generar soluciones alternativas que sean verdaderamente genuinas. 

A diferencia del pensamiento analítico, el desarrollo de este razonamiento demanda dejar divagar a la mente, ya que en la mayoría de los casos, la creatividad llega en estados de distracción donde el cerebro jerarquiza el uso de recursos a las tareas complejas, generando un estado de automatización para las más sencillas.   

Como humanos, todos somos potencialmente creativos, capacidad de razonamiento que suele dispararse una vez alcanzado un coeficiente intelectual de 120. Por fortuna, este tipo de pensamiento puede potenciarse, logrando mayor fluidez de las ideas; descubra las pautas a seguir tras conocer la definición del concepto, sus características y algunos ejemplos.

¿Qué es el pensamiento creativo?

El pensamiento creativo hace alusión a un tipo de razonamiento típico de los seres humanos; como personas, somos capaces no sólo de procesar la información, sino de reformarla en formas originales, fluidas, prácticas y flexibles en pro de aplicarlos en la solución de un problema o crear nuevas cosas. 

De acuerdo a esta definición, se basa en la capacidad de inventiva, estando fuertemente ligado a la imaginación, ya que en conjunto, posibilitan el desarrollo de herramientas y estrategias de supervivencia, dejando claro que, lejos de lo que puede suponerse, no se limita a lo estético, sino que incluso permite la formulación de preguntas complejas.

Al igual que el pensamiento deductivo, la creatividad no es un talento o privilegio de unos pocos, sino un proceso nato, es decir, cada persona se dota de un modo u otro, de capacidad para desarrollarse, aunque a algunos se les dé con mayor facilidad. 

Si bien ocasionalmente, se asume como el antagónico del pensamiento crítico, por ser divergente sustentándose en el abordaje inconsciente de las ideas, mientras que la segunda parte de la aplicación de métodos analíticos y racionales, ambas formas de pensamiento son complementarias. 

La razón de ello se sustenta que representa dos aproximaciones a lo real de la disposición, esto implica que cuando el razonamiento no consigue una solución, cabe la posibilidad de que obedezca a la falta de creatividad e intuición y viceversa.   

Fases del proceso en este razonamiento

Partiendo de la definición, el desarrollo del proceso creativo transcurre demanda el cumplimiento de 4 etapas bien diferenciadas, esta son:

  • Preparación o investigación: la primera etapa corresponde a la preparación del proyecto, por lo que coincide con la recaudación de la información a fin de adquirir un estado mental propicio para generar ideas originales.
  • Incubación: el siguiente paso es menos evidente, ya que se vincula a lo inconsciente e imperceptible, dando la sensación de que no está sucediendo nada, cuando las ideas se encuentran en pleno proceso de creación.
  • Iluminación: es la etapa en la que ocurren las ideas, manifestándose solo primeros destellos o visión en la imaginación, que dará origen al resultado de las anteriores etapas.
  • Verificación: la cuarta y última etapa no es otra que la producción del retorno a la labor consciente, adoptando los paradigmas de la idea surgida, la cual demandará el esfuerzo consciente que le permita materializarse. 

Características y habilidades de la persona con razonamiento creativo

Las características que definen a una persona con pensamiento creativo son la originalidad e innovación: sin embargo, como todo proceso, este razonamiento parte de algo previo, y es que incluso las mentes más creativas, demandan una previa alimentación de datos e información.   

En este sentido, la principal habilidad que define a la persona creativa no es otra que su capacidad de recomponer o rearmar novedosamente dicha información, proceso que rara vez es del todo consciente y ordenada. 

De acuerdo a lo anterior, el desarrollo de la creatividad, y las características que le sustentan, se apoya en el inconsciente y en proceso mentales, que desde el punto de vista del raciocinio objetivo, pueden resultar un misterio. Es así que las personas que potencian su razonamiento creativo son capaces de:

  • Producir nuevas perspectivas y formas de pensamiento a través del cuestionamiento, mezcla o asociación de ideas.
  • Desarrollar por completo, el contenido de las nuevas ideas siendo capaces de prever posibles aplicaciones, consecuencias o conclusiones.
  • Ofrecer soluciones innovadoras a problemáticas establecidas.

Lo anterior permite asumir que si bien los ejemplos llevan a asumir al pensamiento creativo un razonamiento vinculado a las artes y estética, su aplicación puede ser de gran beneficio incluso en campos científicos, innovaciones tecnológicas y la simple cotidianidad.  

Pensamiento Creativo

Ejercicios para entrenar y potenciar el desarrollo del pensamiento creativo

Pese a que como se comentaba, todo ser humano es potencialmente creativo, algunas prácticas permiten mejorar esta clase de razonamiento, logrando que las ideas fluyan con mayor facilidad. Ejemplos claros de este tipo de actividades son: 

  • No juzgar las ideas: en el desarrollo del pensamiento creativo es inválido tildar como buenas o malas las nuevas alternativas.  
  • Relajarse: los estados de calma promueven la fluidez de las ondas alfas, encargadas de favorecer el desarrollo de la inspiración creativa; ejemplos de estas actividades son la meditación y tomar un baño relajante.
  • Dispersarse: algo tan simple como dejar de prestar excesiva atención será suficiente para que los estímulos sensoriales de den paso a la creatividad
  • Volver a ser niño: recordando que la infancia es la etapa más creativa que vive el ser humano, capacidad que va perdiéndose conforme se aprende a regirse por patrones de comportamientos y sistemas de creencia. 

Ejemplos de pensamiento creativo

Las personas que optimizan su capacidad de razonamiento creativo asumen los retos de forma muy distinta a los que se inclinan por procesos analíticos u objetivos, ya que sus principales características son  la innovación y originalidad. Ejemplos claros de este tipo de pensamiento son:

  • Recetas originales: indistintamente que se trate de ideas gastronómicas, fabricación de materiales o elaboración de ingredientes.
  • Obras de arte y representaciones estéticas: sin duda, la principal asociación cuando se habla de procesos creativos, pues es evidente que se trata de una capacidad necesaria para el desarrollo de relatos, poemas y canciones, como piezas teatrales, pinturas y esculturas.
  • Fantasías: en este renglón se incluyen sueños e incluso juegos infantiles.
  • Soluciones científicas: las ideas revolucionarias, también pueden partir de la creatividad, al igual que perspectivas innovadoras y teoremas matemáticos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *