Pensamiento Negativo: Definición, Características y Ejemplos

Pensar reviste un ejercicio intelectual, proceso en el que son proyectadas y enunciadas en la mente, ideas e imágenes. En función del enfoque, los pensamientos pueden clasificarse como positivos o negativos, siendo estos últimos los que se centran en una perspectiva desfavorable o desagradable.

La capacidad de razonamiento, impacta en la cotidianidad, para ser más exactos, en la conducta como individuo y la forma en la que se plantea dentro de la sociedad. 

Desde el principio de la historia, diversas corrientes psicológicas, fisiológicas e incluso religiosas, se han encargado del análisis del pensamiento estudiando sus repercusiones en la personalidad y a nivel colectivo.

Conozca las conclusiones que rondan en torno al razonamiento negativo, desde la definición y características, hasta sus repercusiones, ejemplos y ejercicios que frenan su proceso de desarrollo, ya que no supone ninguna ventaja como sucede con el pensamiento creativo.

¿Qué es el pensamiento negativo?

La definición conceptual del pensamiento negativo se resume en una imagen, frase o idea que, indistintamente de un enunciado verbal o mental, sugiere una  connotación desfavorable del contexto en que se lleva a cabo, o de la posible situación que no se desea experimentar.  

Entre las características que distinguen al proceso, sobresale su contrariedad al pensamiento lateral, pues en la mayoría de los  casos, los individuos no tienen consciencia de su creación, es decir, tiene un desarrollo automático e involuntario.

De acuerdo a diferentes publicaciones, se estima que el ser humano es capaz de crear alrededor de 60.000 pensamientos al día, de los cuales al menos el 95% es automático y con especial similitud en días consecutivos, de ellos, aproximadamente el 80% son negativos.  

Ante semejante cifra es común preguntarse ¿cómo y por qué prevalece este razonamiento desfavorable? La respuesta no es única, ni absoluta. Los hechos demuestran que los pensamientos parten de un mapa mental que se conjuga con los valores, reglas y el significado que se le atribuye a las experiencias.

En conjunto, representan la manera de percibir al mundo y el entorno en el que nos desenvolvemos; esta es la razón por la que algunas situaciones o experiencias pueden resultar desagradables o estresantes para algunos, mientras que para otros sólo representan desafíos. 

Fases del proceso en este razonamiento

El proceso mental que cursan las personas que tienen esta forma de razonamiento, parte de la impronta y la memoria, es decir de las huellas que, a nivel emocional, físico y mental, dejan las diferentes experiencias. 

Del mismo modo, entran en juego las declaraciones, gestos, frases y hasta “silencios” recibidos de la familia, escuela, amigos y sociedad desde la infancia, así como en la adolescencia y edad adulta, cumpliéndose las siguientes etapas:      

  • Construcción de un mapa en el que se adopta una manera u otra de percibir la realidad que les rodea, repercutiendo en el comportamiento y la capacidad de respuesta.  
  • Automatización, al ser un razonamiento inconsciente, supone el desarrollo de un proceso automático en el que la mente intenta operar simplificando el tiempo de respuesta ante escenarios que asume como similares, aun sin llegar a serlos.     

Cada pensamiento, genera en el cerebro la liberación de neurotransmisores y hormonas neurológicas que tienen efectos en el resto del organismo, desencadenando respuestas según la clase de sustancia liberada. 

De ello se deriva la importancia del enfoque del razonamiento en la cotidianidad, de predominar un curso hacia aspectos desagradables o que lleven implícito algo negativo, hará que la experiencia psicofísico-emocional, sea igualmente negativa, en especial, si se repiten en forma de mensaje a lo largo del día. 

Características y conductas de la persona con razonamiento negativo

Los pensamientos negativos perturban el bienestar general, presentándose en la cabeza como ideas perniciosas sin ser invitadas causando malestar y saboteando lo mejor de sí mismo sin posibilidad de controlarlos, proceso que conlleva a situaciones de inseguridad, ansiedad, rabia e ira, por decir algunos ejemplos.

Aunque existen diversos tipos de pensamientos o conductas negativas que varían en función de cada persona, se enumeran a continuación las principales características que les definen:  

  • Pensar sólo en blanco y negro.
  • Intentar leer la mente de los demás y adivinar el futuro.
  • Minimizar lo positivo, generalizar y minusvalorar lo que se hace bien.  
  • Dramatizar, victimizarse y crear melodramas innecesarios. 
  • Ser irrealista en las expectativas 
  • Autoculparse y mostrarse catastrofista.
pensamiento negativo

Ejercicios para evitar el desarrollo del pensamiento negativo

Antes de pasar a los ejemplos de pensamientos negativos, conviene conocer algunas opciones que contribuyen a frenar el desarrollo de los mismos. Entre las técnicas que permiten escapar del peligroso entramado cerebral y reemplazarle por enfoques positivos, sobresalen: 

  • Desenmascarar al crítico interior: entendiendo que los pensamientos negativos son mensajes que cumplen 3 características: son específicos, creíbles e irreflexivo, por lo que para neutralizarlo es posible que baste con analizarles cautelosamente. 
  • Evitar juicios de valor: etiquetado como “malo” sólo se consigue perpetuar el círculo vicioso que mantiene en emociones o resultados indeseados.   
  • Delimitar los sentimientos o emociones que despiertan incomodidad a fin de plantearse un cambio de actitud.
  • Separar los pensamientos que impiden mejorar la calidad de vida: ejemplos claros de ellos son victimizarse siempre, centrar las decisiones en un sentido de obligatoriedad en lugar de motivacional, o pensar que es solo a los demás les suceden cosas buenas.  

Ejemplos de pensamiento negativo

Las personas que adoptan posturas negativas tienden al desarrollo de conductas bajo el mismo contexto, por lo que enfocan sus actitudes hacia el pesimismo, la desconfianza, desmoralización y el desánimo, llegando en el peor de los casos, a rayar en pensamientos suicidas. Las siguientes frases son algunos ejemplos claros de este tipo de comportamiento:

  • “Todo me sucede a mi”
  • “¿Para qué esforzarme si las cosas siempre me salen mal?”
  • “No valgo nada para nadie”
  • “La traición forma parte de mi vida”
  • “Jamás triunfaré ni seré feliz”
  • “Mi vida no tiene sentido”

El que piensa en negativo generalmente se victimiza, asumiendo que solo para él las cosas no son sencillas y que lo mejor, le sucede a los demás, olvidando que cada quien posee su propio ritmo y valor, por lo que la única comparación válida para superarse es consigo mismo. 

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