Pensamiento Mágico: Definición, Características y Ejemplos

Desde el inicio de los tiempos, el pensamiento mágico ha formado parte de la humanidad; por tendencia, el humano busca de manera natural, establecer una relación causa y efecto, incluso sin intentar siquiera una comprobación lógica.

Si bien es en la infancia donde prevalece esta predisposición, el proceso puede mantenerse cuando es promovido por el contexto, lo que se evidencia en diversas culturas donde el razonamiento mágico continúa marcando hitos entre sus habitantes, sea que realicen danzas rituales para invocar la lluvia, o enciendan velas a santos para pedir deseos, entre otros ejemplos.

De la misma forma que sucede con el divergente, la literatura sugiere diversas explicaciones en torno al funcionamiento y causas del proceso conductual, por lo que ahora mismo conocerá la definición exacta, los contextos en los que el razonamiento aparece habitualmente y algunos ejemplos.

¿Qué es el pensamiento mágico?

Dentro de la psicología y antropología, el concepto pensamiento mágico es un tipo de razonamiento tan común como el creativo, sin apartar una definición muy presente en diversas culturas del mundo como un proceso natural que sigue un patrón biológico parecido al condicionamiento clásico

En líneas generales, se usa para describir atribuciones ilógicas de causalidad carentes de prueba empírica alguna, pero que conllevan a la creencia de que el pensamiento tiene consecuencias en el mundo exterior, sea por acción propia o intervención de fuerzas sobrenaturales.

Es así como la similitud o contigüidad temporal o espacial entre elementos, termina por condicionar la conducta, estableciendo una relación casual que sin estar demostrada, modifica la manera de pensar. Ejemplos claros de ello, es el niño que se porta bien por temor a que el hombre de saco pueda secuestrar, o las personas que se encomiendan a un santo específico.

Esta creencia de la mente ejerciendo poder sobre la materia como si se tratarse de un ente separado, en vez de una consecuencia suele estar presente en casos de trastorno tales como:

  • Trastorno obsesivo-compulsivo: los pacientes con esta clase de desequilibrio suelen asumir que pensar que algo malo va a ocurrir, incrementa las posibilidades de que suceda, o que repetir una conducta hará que no suceda, por nombrar algunos ejemplos.
  • Delirios: indistintamente del trastorno psicótico que lo genere, los delirios se presentan con el desarrollo de pensamientos mágicos en un intento por encontrar relaciones causales.
  • Agorafobia: una de las características que definen al trastorno, es el uso de amuletos para sentirse seguros antes de salir a la calle.

Fases del proceso en este razonamiento

Son dos, las causas que explican el desarrollo del fenómeno, mismas que dan lugar a las fases del proceso y las características que le definen, estas son:

  • Contigüidad entre eventos: la primera etapa o fase consiste en la generación de asociaciones, estableciendo una causa/efecto que en la mayor parte de los casos es irreal por carecer de base empírica. Entre muchos ejemplos, está la errada convicción de asumir que un compañero suspende su examen porque esto se deseó con todas las fuerzas.
  • Asociativo: se basa en establecer relaciones en función de la situación; volviendo al ejemplo anterior, que en realidad el compañero suspensa el examen, sin considerar explicación lógica, sólo se asumirá que sucedió a causa del deseo.

Características y habilidades de la persona con razonamiento mágico

Numerosos autores afirman que el pensamiento mágico presenta funciones adaptativas ante diversas circunstancias, resultando muy útil en algunas situaciones específicas.

El desarrollo correcto de este tipo de razonamiento sugiere ciertas ventajas, por los que aquellos que lo ponen en práctica, tienden a presentar características o habilidades de beneficio para su bienestar, entre ellos se destacan:

  • Disminución de la ansiedad: la asociación de algunos eventos a elementos arbitrarios tiende a la reducción de la ansiedad, minimizando el estrés en situaciones de difícil solución. Por ejemplo, utilizar amuletos para combatir los miedos.
  • Efecto placebo: de acuerdo a esto, el desarrollo del pensamiento mágico conlleva a pensar que un falso remedio – por ejemplo un rito – es capaz de curar enfermedades, provocando una mejoría de los síntomas.

De acuerdo a esto, no cabe duda que aun en un mundo en el que actualmente predomina la lógica, la definición del pensamiento y sus características, continúa teniendo presencia significativa al punto de resultar útil en distintas ocasiones.

Pensamiento Mágico

Ejercicios para entrenar y potenciar el desarrollo del pensamiento mágico

Aunque como adultos ya no luce una capa de mago que evocaba poder extraordinarios, involucrar simples actividades acercan a los elementos místicos que sugiere el pensamiento mágico, algunas de ellas son:

  • La meditación: quienes meditan, confiesan sentir que suceden cosas mágicas, y no se trata de levitar ni nada por el estilo, solo avances emocionales y el desarrollo de nuevas ideas que harán que desconectarse valga la pena.
  • Tener un dream board (tabla de sueños): así como lo lee, esas tablas o pizarrones de corchos en las que se pegan fotografías de cosas que desean pueden funcionar al servir de motivación para alcanzar las metas planteadas, siempre que estas sean realistas.
  • Hablar en positivo: ya se han comentado los efectos del pensamiento positivo, mismo que debe llevarse a la práctica primero con las palabras; en lugar de asumir las fallas o fracaso como un currículum, conviene decretar que las cosas buenas llegarán y estos errores quedan en el pasado.
  • Escuchar a la intuición: para muchos, esa voz en la cabeza o presentimientos no son más que tonterías, para otros, la alerta que le evitará grandes dolores de cabeza.

Ejemplos de pensamiento mágico

La definición del pensamiento mágico permite evidenciarlo en un sinfín de situaciones cotidianas, y es que distante de los casos en los que el razonamiento es señal de una patología, estas creencias forman parte del comportamiento. Algunos ejemplos de ello son:

  • El egocentrismo infantil: los niños entre 2 y 7 años de edad, tienen la convicción – voluntaria o no – de creer que pueden modificar elementos con la mente.

Las supersticiones o creencias sobrenaturales: creencias carentes de lógicas o comprobación científica son el tipo clásico del pensamiento mágico, raciocinio que se agudiza en situaciones de estrés y en culturas en la que lo sobrenatural pasa de generación en generación a través de mitos.

1 comentario

  1. Comencé a leer sobre la definición e interpretación del pensamiento mágico y parece que los que escriben sobre él no han tenido la posibilidad de experimentarlo. Al adjudicarle la falta de lógica están reforzando la idea de «magico». Y también reniegan de la idea de «pensamiento» al mezclar elementos físicos como amuletos, talismanes, etc. Tengo mucho más, pero no creo que haya espacio para manifestarse. Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *