Pensamiento Rumiante: Definición, Características y Ejemplos

Cuando estamos hablando del pensamiento rumiante, lo primero que pensamos es en que seguirle dando vueltas sin detenerse a las situaciones que nos preocupan no generan nada, no sirve de algo. Sin embargo, lo que puede llegar a producir son consecuencias negativas, como daño y fatiga emocional.

Para poder acabar con el desarrollo de este razonamiento, existen diversas técnicas útiles, que funcionarán si la persona es persistente. Algunos no saben la definición de pensamiento rumiante, pero para comprender rápidamente sus características debemos saber algo básico:

Hagas lo que hagas y te encuentres en cualquier lugar, si no dejas de pensar en lo mismo, por algún motivo u otro, sufres del rumiante. Esto debe ser tratado, pues no es algo bueno como el pensamiento matemático, que mediante números alcanzamos el razonamiento lógico.

No. Lo único que se consigue es afectar el desarrollo adecuado de emociones y actitudes personales. Para ayudarte con este problema a continuación vamos a estar profundizando más en detalles, explicando su definición, características y ejemplos, así formas para evitar el desarrollo continuo y las fases del proceso.

¿Qué es el pensamiento rumiante?

Según su definición, es también conocida como pensamiento circular o rollo, debido a que se trata de un tema que no para de dar vueltas en la cabeza, no importa cualquier distracción, simplemente parece imposible de detener.

Los diversos estudios que se han llevado a cabo sobre este tipo de pensamiento poco productivo han revelado que el sexo con más vulnerabilidad a este razonamiento es el femenino, aunque también se presenta en hombres que cargan con una preocupación específica que aún no han podido resolver.

Por mencionar como ejemplos algunos de los efectos negativos causados por el desarrollo rumiante, está el estrés. Es importante saber controlar nuestra mente, porque así como existen ideas positivas, como el pensamiento estratégico para el éxito en cualquier área, están aquellas que puede producir crisis, hasta inducir incluso a la depresión.

Teniendo un pleno conocimiento sobre la definición, podemos pasar a explicar sus características, ejercicios para solucionar problemas del desarrollo rumiante y  mencionar ejemplos. Pero antes, primero conozcamos las fases del proceso de dicho razonamiento.

Fases del proceso en este razonamiento 

El proceso de este razonamiento se basa en diversas fases, las cuales nos permiten comprender de qué forma piensan los individuos con pensamientos rumiantes. Estas comienzan así:

  • Recordar: es la primera etapa, donde comenzamos a excavar en recuerdos antiguos, que posiblemente son considerados como errores.
  • Ciclo: esta palabra se refiere a que, una vez ha vuelto a la mente, constantemente aparecerá en la mente, dando a entender que las decisiones del pasado no fueron las adecuadas, pues no dieron frutos negativos.
  • El último punto ocurre cuando tanto tiempo ha estado ese pensamiento en la mente, que nos sentimos agotados física y psicológicamente, lo que incluso puede acabar en desesperación o depresión.

Características y habilidades de la persona con razonamiento rumiante

Como se detallará a continuación, las características de las personas que tienen un razonamiento rumiante no son en nada favorecidas, consiguiendo sentirme mal consigo mismos.

  • Siempre sienten una especie de confusión mental.
  • Al recordar constantemente sus errores, pueden llegar a bajar su autoestima, ya que piensan que no poseen grandes cualidades.
  • Son personas cansadas psicológicamente, que no tendrán ganas de realizar diversas actividades.
  • Llegados a un desarrollo máximo del pensamiento rumiante, llevarán una vida llena de preocupaciones, pues les he difícil en este punto ver la solución a todos los problemas.
  • Constantemente estarán haciendo suposiciones sobre lo que pudo haber pasado o lo que acontecerá.
  • Son personas vulnerables a sufrir más fácilmente de problemas de ansiedad.
pensamiento rumiante

Ejercicios para detener el desarrollo del pensamiento rumiante

Es importante que sepas que para poder detener el desarrollo, es necesario colocar todo el esfuerzo, y más si deseas salir totalmente de él, ya que ocurre simplemente por casualidad. Entre los métodos más comunes, se encuentra el de distanciar al pensador del pensamiento.

Sí. Parece algo ilógico, pero el psicólogo Xavier Guix explica que, cuando tengamos la capacidad de observar el proceso de ida y venida que tienen los pensamientos, así como de su fugacidad, significa que también podemos intervenir en ellos, para decidir a cuál considerar relevante.

No obstante, también vamos a estar mostrando un listado con los ejercicios que se pueden realizar para acabar con dicho desarrollo. 

  • Mirar desde una perspectiva diferente la situación atravesada. Es decir, imagina que eres tú quien aconseja a una persona que tenga pensamientos rumiantes.
  • Expresa con personas de tu círculo de confianza las preocupaciones que te atormentan. Lo más probable es que aporte un punto de vista mejor.
  • Cambia de ambiente. Visita otros lugares que no sean las habitaciones de tu casa.
  • Para darte aliento propio, plasma en un papel o en el ordenador los recursos que dispones, las características que te identifican entre los demás.
  • Flexibiliza tu mente, aprende a adaptarte a los cambios continuos que ocurren en la vida. De esta forma podemos entender que las expectativas no son lo que está reservado para nosotros en la realidad.
  • Deja de preocuparte por los problemas que no pueden ser cambiados. Sólo queda aceptarlos y crear metas que puedas alcanzar, para restaurar tu bienestar.

Estos y otros ejercicios más nos ayudarán a cambiar nuestro razonamiento. Si tienes alguna curiosidad, no olvides leer las características y la definición de pensamiento rumiante, para descubrir si sufres de este mal, y entonces aplicar la ayuda.

Ejemplos del pensamiento rumiante

Los ejemplos a continuación son un indicativo de los pensamientos rumiantes que son frecuentes en las personas. Si te sientes identificado con ellos, puedes mirar los ejercicios recomendados para detener su desarrollo.

  • ¿Por qué si tuve la oportunidad de hacerlo así, que me beneficiaba, decidí hacer lo contrario?
  • No debí haber hecho tal acto o expresado cierto enfado, ya que no fue lo correcto. Es algo que me avergüenza de mí mismo.
  • Cierto error lo cometí muchos años atrás, y aún sigo culpándome y llamándome tonto/a, puesto que no hice lo correcto.

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