Pensamiento Suicida: Definición, Características y Ejemplos

Los pensamientos suicidas son unos de los ámbitos con más importancia en la investigación e intervención de la psicología, por lo que muchas de las iniciativas de salud pública actuales están muy relacionadas con la prevención para el desarrollo de este problema.

Aunque no lo parezca, este tipo de razonamiento que las personas tienen por medio de trastornos cambia toda su percepción. Es decir, incluso están identificados por características y procesos para el razonamiento, dejando de lado hasta el pensamiento abstracto, que le permite formar buenas ideas para solucionar problemas.

Junto a otros tipos razonamientos, como el pensamiento irracional, es el causante de problemas psicológicos, los cuales no proporcionan bienestar a quien lo sufre.

Es muy importante identificar si alguna persona sufre o no de estos, para así evitar problemas peores. A continuación vamos a estar hablando sobre la definición del pensamiento suicida, sus características, ejemplos, el proceso de razonamiento y ejercicios para detener su desarrollo.

¿Qué es el pensamiento suicida?

En la definición del pensamiento suicida, se le considera así a todo aquel que tenga una persona con el propósito de quitarse la vida de forma planificada e intencional. Sin embargo, dependiendo del sujeto, estos sólo pueden quedarse en el deseo de morir, pero otros pueden realizar planes activos para poner en marcha este deseo.

Si bien es cierto que los pensamientos de muerte pueden aparecer durante ocasiones puntuales, por lo general estos siguen un patrón con deseos de morir, el cual es constante.

La mayoría de estos aparecen en los momentos más intensos de dolor o sufrimiento emocional, dando la ideal a la persona de que no tiene la capacidad de encontrar una solución, por lo que no importará lo que haga, no podrá modificar el motivo de su sufrimiento.

Son generados por la necesidad de acabar con los estados de dolor, más que por simplemente acabar con su vida por mero placer. Para conocer más sobre las fases del proceso, es decir, cómo piensan antes de llegar a dicha conclusión, puedes seguir leyendo.

Fases del proceso en este razonamiento 

El razonamiento suicida no es algo ideal o saludable para las personas, por lo que lo más recomendable es que sean atendidos por un especialista. Si tienes dudas sobre tu pensamiento, y quieres saber si se relaciona con el suicidio, a continuación vamos a estar mencionando las características que tienen las personas con este problema.

Además, también vamos a indicar ejercicios útiles para combatir  con el desarrollo de este pensamiento negativo. Y si aún te quedan dudas, puedes ver los ejemplos que estaremos presentando más adelante. Ahora sí, pasemos con las fases del proceso.

Una especialista indicó que son 3 fases: ideación, plan e intento.

  • La primera etapa empieza con algo como “no vale la pena seguir viviendo”.
  • La segunda es más pensada, puesto que es el momento de pensar la forma para quitarse la vida.
  • Por último, la persona puede consumar o no el intento de suicidio.

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Características y habilidades de la persona con razonamiento suicida

Más que denominarse como características del razonamiento suicida, la palabra utilizada por especialistas en psicología es “síntomas”. Es importante resaltar que esto es lo más común, pero no quiere decir que sea el pronóstico real para las personas que lo sufren.

Para conocer qué tipo de enfermedad padecen y su gravedad, deben recibir atención por parte de los especialistas, ya que el pronóstico va a depender de cada persona y las circunstancia que viva. Así  podrán tratar el desarrollo.

Entre los signos que advierten sobre los pensamientos suicidas son los siguientes:

  • Preferencia por la soledad y aislarse de los demás.
  • Hablar temas relacionados al suicidio o hacer mención de ello. Estos ejemplos son los más comunes: “desearía no haber nacido”, “prefiero morir” o “me voy a suicidar”.
  • Buscar los medios para quitarse la vida, como almacenar pastillas y comprar algún arma.
  • Presentar alta preocupación por la violencia, la muerte o por morir.
  • Un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas o drogas.
  • Sentir angustia por no encontrar una salida o esperanza para afrontar las situaciones.
  • Realizar actividades que conllevan a la autodestrucción y de alto riesgo, como conducir un vehículo de forma negligente o caer en las drogas.
  • Manifestar algún cambio en la personalidad, como una emoción fuerte por ansiedad o agitación. Es especialmente alarmante cuando ya se han presentado otros signos de advertencias ya mencionados.

Como se dijo, el caso es diferente en cada persona, puesto que los síntomas pueden ser otros, u otros simplemente no expresan sus pensamientos, por lo que los guardan para sí. Sin embargo, nunca está demás analizar estos signos y la definición.

pensamiento suicida

Ejercicios para combatir y acabar el desarrollo del pensamiento suicida

Los tratamientos para los momentos intensos de pensamientos suicida son importantes, así que te recomendamos buscar ayuda si es tu caso. Para recibir la mejor atención posible, aquí también vamos a estar mencionando ejercicios para combatirlos.

  • Puedes expresar libremente cómo te sientes con una persona de tu círculo de confianza, ya sea un amigo cercano o un familiar, pero también puedes recurrir a personas entendidas como un maestro.
  • Comunicarse con una organización centrada en la ayuda para personas que se encuentran en la misma situación.
  • Acudir con un psicólogo o psiquiatra, ya que te recomendará una serie de terapias presenciales, y posiblemente estés acompañada de medicación con ansiolíticos o antidepresivos.

Ejemplos del pensamiento suicida

Si estás interesado en conocer más sobre el pensamiento suicida, puedes leer la definición antes explicada junto a las características principales de la enfermedad. Ahora, si quieres identificar rápidamente si sufres de estos o no, mira estos ejemplos comunes en las personas suicidas.

  • A raíz de un problema, una persona al no encontrar la solución, cada día se deprime más, lo que aumenta la probabilidad de suicido. Si después de mucho tiempo no ha resuelto, comenzará a pensar que mediante el suicidio ya no tendrá que seguir sufriendo.
  • Las personas suicidas piensan que al morir, como ya no sienten nada, es la mejor solución para acabar con el dolor o frustración que lo puede estar persiguiendo desde tiempo atrás.

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